El psiquiatra militar Nidal Malik Hasan estaba ayer conectado a un respirador automático tras caer herido por cuatro impactos de bala cuando el jueves protagonizaba la peor matanza de la historia de las bases militares estadounidense.
Un Asesino Entre las Filas de la Psiquiatría
Hasan estaba fuera de peligro aunque horas después del asalto se le diera por muerto. Con rango de comandante dentro del Ejército de Estados Unidos -que pagó sus estudios-, la misión de este psiquiatra militar, un hombre de 39 años, era tratar a los soldados que sufrían de estrés postraumático a su regreso de los frentes de Irak o Afganistán.
Las autoridades estaban ayer entrevistando a todos los allegados y rastreando cada detalle de la vida de Hasan. No dan nada por descartado y no rechazan que éste pudiera haber actuado en nombre de un grupo extremista, aunque lo sabido hasta ayer apunta a la acción aislada de un hombre bajo un episodio de locura. Eso sí, locura premeditada, ya que el atacante estaba armado con una semiautomática y una pistola -en la base sólo está permitido que vaya armada la policía militar- y con suficiente munición como para disparar sobre 43 personas.
VER AQUI: Noticia 07-11-2009